Esta postura dual de apoyo militar y mediación diplomática ha sido criticada.

El movimiento de la Yihad Islámica, por ejemplo, aseguró que el ataque en Doha no habría ocurrido sin la “autorización estadounidense”.

Netanyahu, por su parte, desvinculó a su aliado del ataque, asegurando que fue una decisión y acción exclusiva de Israel.

La administración de Donald Trump continúa suministrando apoyo diplomático y militar clave, sin el cual, según un análisis, Israel tendría dificultades para sostener su ofensiva en Gaza y otros frentes.