Expertos y Estados señalan que Israel ha contravenido principios fundamentales como la soberanía territorial y las normas que rigen los conflictos armados, lo que podría constituir crímenes de guerra y de lesa humanidad. El bombardeo en Qatar fue calificado por numerosos Estados y por el propio Consejo de Seguridad de la ONU como una violación flagrante de la integridad territorial de un Estado soberano. En cuanto a la ofensiva en Gaza, se argumenta que Israel ha infringido gravemente el Derecho Internacional Humanitario (DIH), en particular los Convenios de Ginebra.

Las violaciones incluyen ataques indiscriminados contra civiles y la destrucción de infraestructura esencial como hospitales y escuelas. Adicionalmente, se alega la comisión del delito de genocidio, definido en la Convención de 1948, por actos "cometidos con la intención de destruir, total o parcialmente, a un grupo nacional, étnico, racial o religioso". Esta acusación se sustenta en el elevado número de muertes civiles y en declaraciones de líderes israelíes. Un hito en este proceso fue la orden de arresto emitida por la Corte Penal Internacional (CPI) el 21 de noviembre de 2024 contra Benjamín Netanyahu por presuntos crímenes de guerra, como el uso del hambre como método de guerra, y crímenes de lesa humanidad, como asesinato y persecución.