La presión no se ha limitado a las movilizaciones ciudadanas. Los artículos también señalan que la oposición a la ofensiva israelí ha irrumpido en ámbitos tan diversos como el deporte y la cultura, donde se han multiplicado las manifestaciones de rechazo y los llamados al boicot. Esta amplificación de la presión mundial refleja un creciente aislamiento de la postura israelí y un clamor global por una solución pacífica y el respeto a los derechos humanos en Palestina.
