En medio de la hambruna oficialmente declarada, la situación de la infancia en Gaza ha alcanzado un punto crítico. La alerta de UNICEF pone cifras a una tragedia silenciosa: al menos 13.000 menores de edad sufren de desnutrición aguda severa, una forma de inanición que, si no se trata de manera urgente, puede causar la muerte o dejar secuelas permanentes en el desarrollo físico y cognitivo. Esta condición es el resultado directo de la escasez extrema de alimentos nutritivos, agua potable y servicios de salud. La falta de acceso a la ayuda humanitaria y la destrucción de la infraestructura sanitaria impiden que estos niños reciban el tratamiento especializado que necesitan, como alimentos terapéuticos y atención médica. La advertencia de UNICEF se suma a los informes de bebés que ya han muerto por inanición, pintando un cuadro desolador del futuro de toda una generación en Gaza. La organización internacional insiste en que esta crisis es completamente prevenible y exige un acceso humanitario seguro y sin impedimentos para poder llegar a los niños y familias que más lo necesitan, antes de que sea demasiado tarde.
