Un artículo de opinión señala un “significativo cambio en el clima de opinión de los estadounidenses ante el genocidio en curso en Gaza y el continuo apoyo de la Casa Blanca al régimen racista israelí”. Esta transformación en la percepción pública es un factor crucial que podría influir en las futuras decisiones políticas de Washington. La vicepresidenta de España, Yolanda Díaz, se ha sumado a estas críticas, solicitando la suspensión de todos los tratados y el comercio con Israel debido a la crisis humanitaria, a la que también se refirió como “genocidio”. En Colombia, la controversia llegó al Congreso Empresarial de la ANDI, donde el precandidato presidencial Daniel Quintero irrumpió con una bandera de Palestina para denunciar la situación en Gaza, un acto que, aunque polémico, refleja cómo el conflicto ha permeado en debates políticos a nivel global. La creciente calificación de las acciones de Israel como genocidio no solo aísla diplomáticamente al gobierno de Netanyahu, sino que también alimenta un movimiento global de solidaridad con Palestina, fortaleciendo la presión para un alto al fuego y una solución política duradera.
