A esta crisis se suma un colapso demográfico, evidenciado en la “caída en los nacimientos”, un fenómeno que amenaza la supervivencia a largo plazo de la sociedad gazatí.

Artículos de opinión y análisis describen cómo “los niños de Gaza ya no tienen infancia”, viviendo en campamentos para desplazados y expuestos a una violencia constante.

La situación es tan grave que ha sido calificada como un “genocidio en curso” por diversas voces, incluyendo la del exalcalde de Medellín, Daniel Quintero, quien protestó con una bandera palestina en un evento empresarial. La magnitud de la crisis humanitaria ha erosionado el apoyo a Israel, incluso en Estados Unidos, donde el continuo respaldo de la Casa Blanca al “régimen racista israelí” ha deteriorado la imagen de Washington.