El precio de Bitcoin rompió el umbral de los USD 90.000, alcanzando su nivel más bajo en siete meses y provocando liquidaciones masivas en el mercado. Esta caída confirma una tendencia bajista que se ha consolidado desde octubre, en un contexto de creciente aversión al riesgo y cambios en las expectativas macroeconómicas. La fuerte corrección del mercado de criptomonedas, que ha visto a Bitcoin caer hasta niveles cercanos a los USD 89.000, se atribuye a una confluencia de factores. En primer lugar, los mercados han comenzado a reinterpretar las expectativas sobre los recortes de tasas de interés de la Reserva Federal de Estados Unidos (FED). La percepción de que las tasas podrían mantenerse elevadas por más tiempo ha presionado a los activos de mayor volatilidad. Esta debilidad se ha visto agravada por los temores sobre una posible burbuja en el sector de la inteligencia artificial, lo que ha arrastrado al Nasdaq y, por correlación, a Bitcoin. La venta masiva ha provocado liquidaciones de posiciones apalancadas que superaron los USD 1.000 millones, creando un “efecto dominó” que aceleró la caída.
El índice Crypto Fear & Greed ha entrado en una zona de “miedo extremo”, reflejando el nerviosismo generalizado. Como resultado, el inversor promedio en ETF de Bitcoin al contado se encuentra ahora con pérdidas por primera vez.
A pesar del panorama bajista, algunos analistas ven esta situación como una oportunidad de compra. Analistas de Santiment señalaron que la actividad de las “ballenas” de Bitcoin está en camino de registrar su semana más movida del año, con un aumento en la acumulación. Otros expertos, como Matt Hougan de Bitwise, afirmaron que un fondo de precios podría presentar una “oportunidad generacional” para los inversores a largo plazo, mientras que otros ven la caída como una oportunidad para “apostar” a una recuperación.
En resumenLa caída del precio de Bitcoin por debajo de niveles clave fue impulsada por factores macroeconómicos, temores sobre una burbuja de IA y una cascada de liquidaciones. Mientras el sentimiento del mercado alcanza niveles de 'miedo extremo', las 'ballenas' y algunos analistas institucionales interpretan la caída como una oportunidad de acumulación, generando una encrucijada entre una posible continuación bajista y una recuperación.