Esta corrección del mercado ha generado un intenso debate sobre sus causas y la posible trayectoria futura de la principal criptomoneda. La reciente caída llevó a Bitcoin a un mínimo de seis meses de $95.919, una situación que refleja una incertidumbre económica más amplia y expectativas cambiantes sobre el crecimiento en Estados Unidos. Este retroceso provocó la liquidación de posiciones largas de futuros, exacerbando la presión vendedora. Analistas del mercado atribuyen la debilidad a múltiples factores, incluyendo la venta por parte de "ballenas" o grandes tenedores. Según analistas de Glassnode, esta oleada de ventas es una "parte típica de una fase tardía del ciclo del mercado cripto, cuando los inversores más antiguos obtienen ganancias", y no necesariamente un "éxodo repentino". Esta toma de utilidades por parte de inversores a largo plazo ha creado una fuerte resistencia para el precio de BTC. Adicionalmente, el sentimiento general del mercado ha virado hacia el "miedo extremo", alcanzando su nivel más bajo desde marzo, lo que históricamente puede ser una señal de capitulación de los inversores minoristas o 'sardinas'. Algunos análisis sugieren que este pesimismo y la venta por parte de las ballenas, aunque generan resistencia a corto plazo, podrían ser una buena señal para una eventual recuperación, al eliminar a los tenedores menos convencidos del mercado.

La situación ha dejado a los operadores en un estado de cautela, observando de cerca los niveles de soporte clave mientras el activo digital busca estabilizarse.