Por su parte, el Banco de Inglaterra (BoE) ha manifestado su intención de implementar su propio régimen regulatorio para las stablecoins "tan rápidamente como Estados Unidos". El vicegobernador del BoE expresó la preocupación de que el Reino Unido se esté quedando rezagado con respecto a sus aliados globales, y prometió una rápida implementación de las nuevas normas. Estos desarrollos forman parte de una tendencia global hacia la supervisión de las stablecoins, consideradas un componente crucial del ecosistema cripto pero también una fuente potencial de riesgo sistémico. La regulación busca garantizar que estas monedas mantengan su paridad con las monedas fiduciarias y que los emisores operen con transparencia y solvencia, sentando las bases para una integración más segura de las stablecoins en el sistema financiero tradicional.