Esta medida subraya el creciente papel de los activos digitales en las finanzas internacionales y su uso potencial para eludir las restricciones económicas. Como parte de su 19º paquete de sanciones, la UE ha prohibido explícitamente las transacciones con la stablecoin rusa A7A5. La decisión se basa en la creciente evidencia de que entidades rusas, incluidas empresas petroleras, están utilizando cada vez más activos digitales y criptointercambios para evadir las sanciones financieras impuestas por la comunidad internacional. La Comisión Europea ha señalado que esta stablecoin, junto con otras herramientas cripto, se ha convertido en un vehículo para maniobras financieras que buscan sortear el sistema bancario tradicional. La emisora de la stablecoin A7A5, junto con varios bancos y empresas vinculadas a estas operaciones, han sido directamente sancionadas.
Esta acción representa una de las primeras veces que una stablecoin específica es objeto de sanciones geopolíticas, sentando un precedente importante.
Demuestra que los reguladores globales están prestando mucha atención al ecosistema cripto y están dispuestos a actuar enérgicamente cuando se percibe que estos activos se utilizan para actividades ilícitas o para socavar la política exterior.













