Durante la reciente corrección, el precio de Bitcoin se desplomó hasta niveles cercanos a los 104.000 dólares, su punto más bajo en casi tres meses, lo que generó temores de una caída más profunda hacia el soporte psicológico de los 100.000 dólares. Analistas atribuyeron esta caída a una confluencia de factores, incluyendo la renovada tensión en los bancos regionales de Estados Unidos, que revivió el pánico de 2023, y la escalada de la guerra comercial entre Estados Unidos y China bajo la administración Trump. Adicionalmente, datos on-chain de Glassnode sugieren que la presión de venta provino de tenedores de largo plazo o “veteranos” que decidieron tomar ganancias.
Sin embargo, el mercado mostró resiliencia al rebotar hasta los 111.000 dólares, cerrando una brecha en los futuros del CME y divergiendo de la fuerte caída del oro. Este comportamiento ha dividido a los analistas: mientras algunos, como los de Standard Chartered, ven la caída como una oportunidad de compra y mantienen predicciones alcistas de hasta 200.000 dólares para fin de año, otros advierten que la tendencia alcista de 2025 podría haber terminado. El sentimiento del mercado refleja esta división, con el Índice de Miedo y Codicia cayendo a niveles de “miedo”, y los inversores minoristas mostrando escepticismo en lo que se ha denominado una “fase de incredulidad”, mientras que los datos de Coinbase y Glassnode indican que las instituciones y los compradores de ETFs han estado adquiriendo BTC durante las caídas.













