El precio del oro se disparó a nuevos máximos históricos, superando los USD 4.300 por onza, en un contexto de crecientes tensiones geopolíticas y expectativas de recortes de tasas de interés. Este rally del metal precioso ha intensificado el debate sobre el papel de Bitcoin como "oro digital" y su capacidad para actuar como un activo de refugio seguro. Impulsado por la incertidumbre económica global, las renovadas disputas comerciales entre Estados Unidos y China, y la especulación sobre una política monetaria más laxa por parte de la Reserva Federal, el oro alcanzó un pico de USD 4.378,69. La capitalización de mercado del oro superó el hito de los 30 billones de dólares.
Inversionistas multimillonarios como Ray Dalio han denominado al oro un "diversificador excepcional".
Sin embargo, mientras el oro brillaba, Bitcoin experimentaba una fuerte caída.
Esta divergencia en el rendimiento ha llevado a los analistas a cuestionar la narrativa de Bitcoin como un refugio seguro. La correlación entre Bitcoin y el oro alcanzó mínimos históricos, aunque algunos expertos señalan que estos niveles han precedido históricamente a grandes carreras alcistas para Bitcoin, con repuntes de entre el 100% y el 600%. A pesar de la caída de Bitcoin, los gemelos Winklevoss de Gemini reafirmaron su visión de la criptomoneda como "oro 2.0", con una predicción audaz de que su precio podría alcanzar el millón de dólares. Mientras tanto, las criptomonedas respaldadas por oro fueron las únicas en el top 100 que mostraron un rendimiento semanal positivo, lo que sugiere que los inversores buscaron la estabilidad del metal precioso incluso dentro del ecosistema de activos digitales.
En resumenEl oro alcanzó un precio récord de más de USD 4.300 por onza debido a la incertidumbre global, mientras que Bitcoin sufrió una fuerte caída. Esta divergencia ha generado un intenso debate sobre si Bitcoin puede considerarse un "oro digital" y un activo de refugio fiable. A pesar de la caída, figuras influyentes mantienen predicciones alcistas a largo plazo para Bitcoin, aunque la correlación entre ambos activos se encuentra en mínimos históricos.