La colaboración entre estos titanes bancarios japoneses podría establecer un nuevo estándar para los pagos corporativos en el país y potencialmente en toda la región asiática.

Al crear una stablecoin respaldada por el yen y emitida por entidades financieras de gran reputación, se busca ofrecer una alternativa digital segura y regulada al dinero fiduciario tradicional para las transacciones B2B.

La iniciativa subraya el creciente reconocimiento del valor de la tecnología blockchain para mejorar la infraestructura financiera existente, reduciendo costos y tiempos de liquidación.