Varios usuarios informaron que algunas altcoins, como ATOM e IOTX, aparecían con un precio de cero en la plataforma, aunque en otros exchanges mantenían su valor. Binance aclaró posteriormente que se trató de un "problema de visualización" y que los tokens nunca cayeron realmente a cero. Sin embargo, estos fallos contribuyeron al caos y llevaron a la liquidación de posiciones de numerosos traders.

Para hacer frente a las críticas, Binance ha tomado medidas sin precedentes.

La compañía anunció un pago inicial de USD 283 millones a los usuarios afectados y posteriormente lanzó un programa de compensación adicional de USD 400 millones en préstamos y USDC. Además, distribuyó USD 45 millones en BNB a través de un airdrop dirigido a operadores de memecoins afectados. El total de los fondos de ayuda prometidos por Binance y su ecosistema BNB Chain asciende a USD 728 millones. A pesar de estas medidas, la reacción de la comunidad ha sido mixta. Mientras algunos aplauden la rápida respuesta del exchange, otros critican la falta de responsabilidad inicial, ya que Binance sostuvo que no es responsable de las pérdidas de los usuarios. El incidente ha puesto de relieve la fragilidad de la infraestructura de los exchanges centralizados durante períodos de extrema volatilidad y ha generado un debate sobre la necesidad de una mayor supervisión regulatoria, como lo solicitó el CEO de Crypto.com, Kris Marszalek.