La transferencia de los fondos ilícitos se habría realizado a través del pool de minería chino LuBian. El misterio se profundizó cuando, un día después de que el Departamento de Justicia de EE. UU. hiciera pública la acusación, una billetera vinculada a LuBian movió 1.300 millones de dólares en BTC, lo que generó especulaciones sobre la naturaleza y el alcance de la operación. Este caso subraya tanto el creciente escrutinio de las autoridades sobre el uso ilícito de criptomonedas como las vulnerabilidades técnicas que pueden ser explotadas en el ecosistema.