Un consorcio de diez de los bancos más grandes del mundo, incluyendo a Goldman Sachs, Citigroup, Bank of America y Santander, está explorando el lanzamiento de una stablecoin vinculada a las divisas del G7. Esta iniciativa representa un paso significativo de las finanzas tradicionales (TradFi) hacia la adopción de la tecnología blockchain para modernizar la infraestructura de pagos. El grupo de bancos, que también incluye a Deutsche Bank, BNP Paribas y Barclays, busca explorar los "beneficios de los activos digitales" mediante la creación de "dinero digital" en blockchains públicas. El objetivo es desarrollar una moneda digital respaldada por activos que pueda reescribir el futuro del dinero y remodelar las finanzas globales.
Esta colaboración surge en un momento en que Wall Street está intensificando su apuesta por las criptomonedas. JPMorgan, por ejemplo, confirmó a través de su ejecutivo Scott Lucas que está desarrollando servicios de trading de criptomonedas para sus clientes, aunque la firma aún duda en gestionar la custodia directamente. Por su parte, Citigroup ha invertido en BVNK, una empresa de stablecoins con sede en Londres. Morgan Stanley también ha dado un paso importante al abrir el acceso a inversiones en criptomonedas a todos sus clientes, comenzando con fondos de Bitcoin de BlackRock y Fidelity.
Esta convergencia entre las finanzas tradicionales y las descentralizadas (DeFi) es vista como una evolución necesaria.
Un artículo señala que, para liberar el potencial masivo de las criptomonedas, "DeFi y TradFi deben dejar de lado sus diferencias" y unirse a través de soluciones de pago híbridas.
En resumenLa formación de una alianza entre los principales bancos mundiales para explorar una stablecoin del G7, junto con los movimientos individuales de JPMorgan, Citi y Morgan Stanley hacia los servicios de criptomonedas, marca un punto de inflexión en la adopción de la tecnología blockchain por parte de las finanzas tradicionales.