Decisiones recientes en el Reino Unido y propuestas legislativas en la UE y EE.

UU. están delineando el futuro de la operación y supervisión del sector. En un movimiento significativo, el Reino Unido levantó su prohibición de cuatro años sobre los Exchange Traded Notes (ETN) de criptomonedas para inversores institucionales, citando que "el mercado ha evolucionado". Analistas predicen que esta medida podría impulsar el crecimiento del mercado cripto local hasta en un 20 %. Al mismo tiempo, el Banco de Inglaterra (BoE) está considerando flexibilizar los límites propuestos para las tenencias corporativas de stablecoins, tras recibir una fuerte oposición de la industria, en un esfuerzo por mantener la competitividad del país en el mercado global de 314 mil millones de dólares. En la Unión Europea, se está debatiendo la posibilidad de centralizar la supervisión de criptoactivos bajo la Autoridad Europea de Valores y Mercados (ESMA) para evitar la fragmentación regulatoria entre los estados miembros. Además, la UE está considerando imponer sanciones a A7A5, una stablecoin respaldada por el rublo y vinculada a actores rusos sancionados, lo que demuestra un enfoque más estricto en el uso de criptoactivos para eludir restricciones financieras. En Estados Unidos, la senadora Cynthia Lummis está redactando una legislación para eximir de impuestos sobre las ganancias de capital a las pequeñas transacciones cotidianas con Bitcoin. Por otro lado, un proyecto de ley del Senado ha recibido críticas de importantes sindicatos como la AFL-CIO, que argumentan que carece de "salvaguardas significativas" y expondría los fondos de jubilación a activos de riesgo.