La amenaza del presidente estadounidense Donald Trump de imponer aranceles masivos a China provocó una fuerte caída en los mercados globales, arrastrando consigo al sector de las criptomonedas y generando liquidaciones multimillonarias. Este evento subraya la creciente sensibilidad del mercado de activos digitales a factores macroeconómicos y tensiones geopolíticas. El anuncio de Trump, realizado a través de la red social Truth Social, sobre la imposición de aranceles del 100 % a productos chinos, generó una ola de ventas inmediata en Wall Street y una sacudida en el ecosistema cripto. Los principales índices bursátiles estadounidenses sufrieron sus peores caídas desde abril, con el S&P 500 retrocediendo un 2,7 % y el Nasdaq, de alto componente tecnológico, desplomándose un 3,56 %.
Esta aversión al riesgo se trasladó rápidamente al mercado de criptomonedas, donde Bitcoin cayó brevemente por debajo de los 112.000 dólares, llegando incluso a tocar los 105.000 dólares en algunas plataformas. La reacción del mercado provocó una cascada de liquidaciones de posiciones apalancadas. Distintos informes cifran estas pérdidas entre 8.000 y 19.31 mil millones de dólares, afectando a más de 1.42 millones de operadores.
Analistas del sector, como Cory Klippsten, CEO de Swan Bitcoin, calificaron el evento como un "clásico latigazo macroeconómico", evidenciando que el optimismo del mercado era frágil. Otros expertos, como Steve Sosnick de Interactive Brokers, lo describieron como una "sacudida arancelaria" que demostró la complacencia de los inversores frente a los riesgos geopolíticos. La correlación del movimiento de las criptomonedas con los mercados tradicionales en este episodio demuestra su progresiva integración en el sistema financiero global y su vulnerabilidad a decisiones políticas de alto nivel que afectan la confianza de los inversionistas.
En resumenLa drástica reacción del mercado de criptomonedas ante las amenazas arancelarias de Trump confirma su interconexión con las finanzas globales y su susceptibilidad a la incertidumbre geopolítica. El evento resultó en miles de millones de dólares en liquidaciones y demostró que los activos digitales no son inmunes a los shocks macroeconómicos que afectan a los mercados tradicionales.