Solo en el tercer trimestre del año se invirtieron USD 46.000 millones en estos activos, y en una sola semana se añadieron más de USD 6.1 mil millones al suministro total.
Este capital, a menudo denominado "combustible" o "pólvora seca", se mantiene al margen del mercado y puede ser desplegado rápidamente para comprar otros criptoactivos, lo que podría impulsar un rally generalizado.
Analistas como Nic Carter, cofundador de CoinMetrics, predicen que el duopolio actual de USDT y USDC podría ser desafiado en los próximos años por la aparición de 'stablecoins' que generan rendimiento, lo que obligaría a los bancos tradicionales a ofrecer mejores retornos sobre los depósitos. En una proyección aún más audaz, el banco Standard Chartered estima que más de un billón de dólares podría migrar desde los bancos de mercados emergentes hacia las 'stablecoins' para 2028, a medida que la adopción de criptomonedas se acelere. Este fenómeno indica una creciente integración de las 'stablecoins' en las finanzas globales, no solo como un vehículo para el 'trading', sino también como una alternativa para el ahorro y las transferencias internacionales.