Este movimiento busca fusionar las finanzas tradicionales (TradFi) con las finanzas descentralizadas (DeFi), ofreciendo mayor liquidez, accesibilidad y eficiencia.

Diversas compañías están liderando esta transición.

La billetera de criptomonedas de Telegram anunció que permitirá a sus usuarios comerciar con acciones tokenizadas de importantes empresas estadounidenses y ETFs a través de una alianza con Kraken y Backed. De manera similar, FG Nexus, en colaboración con Securitize, tokenizará sus acciones cotizadas en Nasdaq sobre la blockchain de Ethereum, permitiendo a los accionistas poseer participaciones de la empresa de forma nativa en cripto. Por su parte, Alpaca lanzó la Instant Tokenization Network, una red que facilita a las instituciones acuñar y canjear acciones tokenizadas de EE.

UU. con liquidación 24/7.

El CEO de Robinhood, Vlad Tenev, se sumó al optimismo declarando en el evento Token2049 que “la tokenización se comerá las finanzas”. El interés no se limita a las acciones.

El mercado de bonos del Tesoro de EE. UU. tokenizados ha crecido significativamente, agregando más de USD 372 millones en una semana, con el fondo BUIDL de BlackRock liderando las entradas. AlloyX también lanzó un fondo del mercado monetario tokenizado en la red Polygon, custodiado por el banco Standard Chartered, lo que demuestra la creciente demanda de activos del mundo real en el ecosistema DeFi.

Sin embargo, no todos ven claros los beneficios.

Rob Hadick, de Dragonfly, advirtió que las instituciones que construyen blockchains privadas para la tokenización podrían crear una “filtración” que limite los beneficios para el ecosistema cripto más amplio y público.