Sin embargo, la idea ha sido recibida con escepticismo por una parte de la comunidad cripto. Los críticos argumentan que otorgar a una entidad centralizada como Circle el poder de revertir transacciones socava el principio fundamental de la inmutabilidad de la cadena de bloques, que garantiza que una vez que una transacción es confirmada, no puede ser alterada ni cancelada. Este debate pone de manifiesto la tensión inherente entre la búsqueda de una adopción generalizada, que a menudo requiere compromisos con los sistemas centralizados, y la preservación de los ideales de descentralización y resistencia a la censura que dieron origen a las criptomonedas.