El proyecto se diferencia del euro digital, que es una moneda digital de banco central (CBDC) impulsada directamente por el Banco Central Europeo (BCE). Mientras que el euro digital sería una forma de dinero público, la stablecoin de los bancos sería dinero comercial privado, aunque plenamente regulado. Este desarrollo podría acelerar la integración de la tecnología blockchain en el sistema financiero europeo, proporcionando un activo estable y confiable para liquidar transacciones con activos tokenizados y fomentar la innovación en los servicios financieros.
