A continuación, el análisis.
Uno de los avances más significativos para XRP ha sido su certificación como un activo que cumple con la Sharia por parte de la Oficina de Revisión Shariyah de Bahréin. Esta declaración abre las puertas al vasto mercado de las finanzas islámicas, un sector con billones de dólares en activos que requiere que las inversiones se adhieran a principios éticos y religiosos específicos. Esta validación podría atraer una nueva ola de inversores y usuarios de Oriente Medio y otras regiones de mayoría musulmana. En el frente institucional, XRP ha sido oficialmente incluido en el ETF de criptomonedas de múltiples activos de Hashdex, que cotiza en el Nasdaq. Esta inclusión, junto con otros activos digitales como Solana y Stellar, permite a los inversores tradicionales obtener exposición a XRP a través de un vehículo de inversión regulado, lo que aumenta su legitimidad y accesibilidad. Para fomentar aún más su uso en el ámbito corporativo, un grupo de grandes empresas globales ha lanzado la plataforma X Club, diseñada para promover la adopción de XRP en sistemas de tesorería y pagos. Esta iniciativa busca aprovechar la velocidad y el bajo costo de las transacciones de XRP para optimizar las operaciones financieras de las empresas. A pesar de estos avances positivos, el precio de XRP ha enfrentado presiones bajistas, con analistas advirtiendo sobre una posible caída del 10 % y una corrección hacia los 2 dólares tras haber retrocedido por debajo del nivel de 3 dólares.