Sin embargo, el panorama no está exento de incertidumbre.

Factores macroeconómicos, como datos de empleo más débiles de lo esperado en Estados Unidos y dudas sobre la rentabilidad de la inteligencia artificial, podrían añadir volatilidad. A pesar de ello, la fuerte acumulación de Ether, que creó una base de 7.500 millones de dólares, y los flujos institucionales récord también refuerzan un sentimiento positivo generalizado en el mercado de criptoactivos, con algunos analistas estimando que ETH podría alcanzar los 6.500 dólares a fin de año.