El auge de los RWA representa la convergencia entre las finanzas tradicionales (TradFi) y las finanzas descentralizadas (DeFi), prometiendo mayor liquidez, eficiencia y accesibilidad para activos históricamente ilíquidos. Un informe de septiembre destaca que las tesorerías, el crédito privado y el oro son los principales impulsores de este auge. La tokenización de bonos soberanos, como el caso del bono AL30 en Argentina por parte del exchange Ripio, y el lanzamiento de fondos de crédito privado tokenizados en blockchains como Ethereum y Stellar por parte de gestoras como WisdomTree, son ejemplos concretos de esta evolución. Sin embargo, el crecimiento no está exento de desafíos. 0xngmi, fundador de Defillama, ha criticado a algunas empresas por promover métricas RWA que considera engañosas, lo que subraya la necesidad de mayor transparencia y estandarización en el sector. A pesar de estas críticas, la tendencia es clara: la claridad regulatoria y la adopción institucional están sentando las bases para el futuro de las finanzas. La tokenización no se trata solo de digitalizar activos, sino, como argumentan algunos expertos, de construir las instituciones y la infraestructura regulatoria que los respalden para garantizar su legitimidad y funcionamiento a largo plazo.
