En otras latitudes, los avances son igualmente significativos.

Pakistán está abriendo sus puertas a los intercambios de criptomonedas globales para que operen de manera regulada en el país, buscando fomentar la innovación y atraer inversión. Por su parte, El Salvador, pionero en la adopción de Bitcoin como moneda de curso legal, reafirmó que los bancos de Bitcoin comenzarán a operar este año, profundizando su apuesta por una economía basada en el activo digital. En América del Sur, Uruguay está debatiendo la implementación de un impuesto a las ganancias de criptoactivos mantenidos en el exterior, una medida que busca formalizar fiscalmente estas tenencias. Mientras tanto, en Rusia, se está considerando la creación de un criptobanco estatal para combatir el fraude y apoyar a la industria de la minería de criptomonedas. Estos desarrollos, aunque diversos en su enfoque, indican un reconocimiento universal de la importancia de los activos digitales y la necesidad de establecer reglas claras para su operación.