Reguladores y gobiernos de todo el mundo están tomando medidas decisivas para establecer marcos normativos claros para los activos digitales, lo que refleja la creciente madurez del sector. Desde la creación de criptobancos hasta la definición de políticas fiscales y la apertura de mercados, la tendencia global apunta hacia una mayor integración de las criptomonedas en la economía formal. En Estados Unidos, el presidente de la SEC, Gary Gensler, declaró que “ha llegado el momento del cripto”, defendiendo la innovación y la creación de “super-apps” de trading, lo que sugiere una postura más abierta hacia el desarrollo del sector, aunque dentro de un marco regulado. La SEC también ha creado un grupo de trabajo para analizar temas de privacidad financiera y vigilancia en el ecosistema cripto.
En otras latitudes, los avances son igualmente significativos.
Pakistán está abriendo sus puertas a los intercambios de criptomonedas globales para que operen de manera regulada en el país, buscando fomentar la innovación y atraer inversión. Por su parte, El Salvador, pionero en la adopción de Bitcoin como moneda de curso legal, reafirmó que los bancos de Bitcoin comenzarán a operar este año, profundizando su apuesta por una economía basada en el activo digital. En América del Sur, Uruguay está debatiendo la implementación de un impuesto a las ganancias de criptoactivos mantenidos en el exterior, una medida que busca formalizar fiscalmente estas tenencias. Mientras tanto, en Rusia, se está considerando la creación de un criptobanco estatal para combatir el fraude y apoyar a la industria de la minería de criptomonedas. Estos desarrollos, aunque diversos en su enfoque, indican un reconocimiento universal de la importancia de los activos digitales y la necesidad de establecer reglas claras para su operación.
En resumenLa regulación de las criptomonedas está evolucionando rápidamente a nivel mundial, con países clave estableciendo marcos para la operación de intercambios, la tributación de activos y la creación de instituciones financieras especializadas. Liderados por un cambio de tono en la SEC de EE. UU., los gobiernos buscan un equilibrio entre fomentar la innovación y proteger a los inversores, sentando las bases para una adopción más amplia y segura.