A pesar de que su adopción actual es incipiente, expertos y empresas del sector ven un gran potencial para ofrecer operaciones internacionales más rápidas y económicas.

Un estudio reciente de Paymentology y iupana sobre el ecosistema de remesas en América Latina revela que, aunque la digitalización avanza, el uso de criptomonedas se encuentra todavía en una “fase exploratoria”. El 78 % de las instituciones financieras encuestadas afirmó no utilizar esta tecnología para el envío de dinero. Sin embargo, el mismo informe destaca que “soluciones como las stablecoins y las monedas digitales emitidas por bancos centrales podrían en el futuro ofrecer operaciones internacionales más rápidas y económicas”. Esta visión es compartida por Adrián Ramírez, de Paymentology, quien considera la digitalización como el “siguiente escalón” para lograr mayor eficiencia en el sector. El debate sobre el potencial de las finanzas descentralizadas (DeFi) en la región se describe como una “revolución silenciosa que busca democratizar el capital”. Aunque la adopción es lenta, se reconoce la capacidad de estas tecnologías para conectar las redes financieras informales, o “finanzas invisibles”, con infraestructuras digitales modernas a través de protocolos como Interledger, que facilitan transferencias de bajo costo.

Este modelo de innovación ya se está explorando a nivel global; por ejemplo, el unicornio fintech surcoreano Toss planea lanzar una superapp financiera y emitir una stablecoin, demostrando un camino que podría ser replicado para mejorar los servicios financieros en Latinoamérica.