UU., como las nóminas no agrícolas, que resultaron más débiles de lo esperado. Inicialmente, esto impulsó el precio de Bitcoin por encima de los 113.400 dólares, ya que el mercado interpretó los datos como una señal de que la Reserva Federal (Fed) podría proceder con un recorte de tasas de interés en su reunión del 17 de septiembre para estimular la economía.

Sin embargo, el impulso no fue sostenible y el precio retrocedió, borrando las ganancias.

Los analistas técnicos han señalado niveles clave a vigilar: una resistencia importante en la zona de los 113.500 dólares y un soporte crucial en los 107.500 dólares. La ruptura de la resistencia podría reanudar la tendencia alcista, mientras que la pérdida del soporte podría desencadenar una caída adicional de hasta el 16%. A esta incertidumbre se suma la actividad de los tenedores a largo plazo, quienes vendieron aproximadamente 241.000 BTC durante el último mes, lo que equivale a unos 26.800 millones de dólares, indicando una toma de ganancias o una reducción del riesgo ante el panorama actual. Los mercados de derivados también reflejan esta cautela, mostrando que, aunque los operadores han comprado en las caídas, no hay un fuerte apetito por posiciones apalancadas al alza, lo que sugiere que la convicción sobre una nueva subida es limitada a corto plazo.