Empresas como BitMine se han posicionado como líderes en esta tendencia, llegando a acumular hasta 1,5 millones de ETH en sus reservas.

Este creciente interés institucional se ve reforzado por el desarrollo de nueva infraestructura financiera. Un ejemplo es la firma Etherealize, que recientemente recaudó 40 millones de dólares en una ronda de financiación con el objetivo de construir productos basados en Ethereum para Wall Street, facilitando así la entrada de capital tradicional al ecosistema. Sin embargo, este panorama fundamentalmente alcista a largo plazo contrasta con las predicciones de algunos analistas para el corto plazo.

Advierten sobre la posibilidad de una “gran trampa bajista” en septiembre, que podría llevar el precio de Ether a una zona de soporte cercana a los 3.000 dólares antes de experimentar una posible recuperación en octubre. Esta tensión entre la reducción de la oferta circulante y la posible volatilidad a corto plazo define el estado actual del mercado de Ether.