En contraste, los productos DeFi, que prometen altos rendimientos, han comenzado a decepcionar a los inversores. Un análisis mostró que los productos DeFi basados en oro ofrecen rendimientos inferiores al 1 %, mientras que las finanzas tradicionales generan entre el 3 % y el 5 % sobre el mismo activo. La complejidad de los protocolos y la continua emisión de nuevos tokens, que diluye el valor, son citados como factores que están destruyendo los retornos y alejando a los inversores del sector descentralizado.