La tokenización de activos del mundo real (RWA) se está consolidando como una de las tendencias más disruptivas en las finanzas, con iniciativas que abarcan desde el financiamiento de pymes hasta la inversión en oro para cuentas de jubilación. Este avance tecnológico, que utiliza 'blockchain' para crear representaciones digitales de activos físicos, promete democratizar el acceso al capital y mejorar la eficiencia de los mercados tradicionales. En Latinoamérica, un informe de Bitfinex Securities destaca que la tokenización puede superar las barreras históricas de los mercados de capitales, como los altos costos y la falta de inclusión. Al eliminar intermediarios y agilizar los procesos, esta tecnología abre una nueva vía de financiamiento para las pequeñas y medianas empresas (PYMES), conectándolas con una base de inversores global.
A nivel mundial, el interés institucional está creciendo rápidamente.
La firma de tokenización Figure busca recaudar 526 millones de dólares en su Oferta Pública Inicial (OPI), mientras que el Japan Post Bank planea lanzar su propia red de activos tokenizados en 2026. En el sector de las materias primas, una nueva asociación entre SmartGold y Chintai permitirá a los inversores estadounidenses mantener oro tokenizado en sus cuentas de jubilación (IRA).
Sin embargo, este auge no está exento de desafíos regulatorios.
Natasha Cazenave, funcionaria de la Autoridad Europea de Valores y Mercados (ESMA), advirtió que las acciones tokenizadas podrían ser malinterpretadas por los inversores, aunque reafirmó el apoyo del regulador a la tecnología subyacente. La inversión estratégica de XDC Network en Kasu Finance para tokenizar las finanzas comerciales subraya aún más el potencial de los RWA para modernizar sectores tradicionales.
En resumenLa tokenización de activos del mundo real está experimentando un crecimiento global significativo, presentándose como una solución a los problemas de liquidez e inclusión en los mercados de capitales, especialmente en Latinoamérica. Con importantes inversiones, OPIs y la entrada de grandes instituciones como el Japan Post Bank, el sector avanza rápidamente, aunque enfrenta el desafío de una regulación clara para proteger a los inversores.