Mientras surgen nuevas redes de pago y productos que ofrecen rendimientos, autoridades como el Banco Central Europeo exigen un cumplimiento normativo más estricto para mitigar riesgos sistémicos. La innovación en el sector es constante, como lo demuestra el lanzamiento de una nueva red de pagos con stablecoins por parte de Fireblocks, diseñada para simplificar la integración para múltiples proveedores. En paralelo, la aparición de stablecoins que pagan intereses está intensificando el choque entre la gran banca tradicional y las empresas cripto en Estados Unidos, ya que estos productos compiten directamente con las cuentas de ahorro convencionales.

Sin embargo, este crecimiento no pasa desapercibido para las autoridades.

La presidenta del BCE, Christine Lagarde, ha sido enfática en la necesidad de que las stablecoins cumplan con regulaciones estrictas, equivalentes a las de la UE, para poder operar en otras jurisdicciones. Este llamado a una mayor supervisión se produce en un momento en que las reservas de stablecoins en los exchanges han alcanzado máximos históricos, aunque la entrada de nuevo capital parece desacelerarse. En medio de este panorama, Tether, el mayor emisor de stablecoins, revirtió su decisión de suspender el soporte para su token USDT en cinco redes blockchain (Omni, Bitcoin Cash SLP, Kusama, EOS y Algorand), optando por mantenerlas con capacidad limitada.

Esta medida refleja la complejidad de gestionar un activo tan extendido y la necesidad de equilibrar la innovación con la estabilidad del ecosistema.