Países como Argentina ya han aprobado marcos regulatorios para la tokenización, buscando reducir costos y ampliar el acceso a los mercados de capitales.

Sin embargo, este rápido avance no está exento de preocupaciones. Natasha Cazenave, funcionaria de la Autoridad Europea de Valores y Mercados (ESMA), advirtió que las acciones tokenizadas podrían dar lugar a una “mala interpretación por parte de los inversores”, quienes podrían no comprender completamente la naturaleza y los riesgos de estos nuevos instrumentos. En línea con esta cautela, la Federación Mundial de Bolsas (WFE) ha exigido reglas claras para evitar el arbitraje regulatorio, argumentando que las acciones tokenizadas no son equivalentes a las acciones tradicionales y deben ser reguladas adecuadamente para proteger la integridad del mercado.