La red alberga la mayor parte del mercado de monedas estables y es la plataforma preferida para la emisión de activos tokenizados del mundo real, lo que la convierte en una infraestructura crítica para la nueva economía digital. Este cambio de percepción se refleja en los mercados de derivados, donde los operadores muestran un creciente interés en Ethereum, con fuertes posiciones de compra en opciones con vencimiento en diciembre de 2025. Además, la actividad en la red ha alcanzado nuevos máximos; en agosto, las transacciones de ETH alcanzaron su punto más alto del año. Este aumento en la utilidad y la confianza institucional ha tenido un impacto en su rendimiento de mercado. En las últimas semanas, tanto Ethereum como otras 'altcoins' de gran capitalización como Solana han mostrado un desempeño superior al de Bitcoin, lo que sugiere que el mercado está comenzando a valorar los fundamentos tecnológicos y los casos de uso más allá de la simple reserva de valor.