Bitcoin ha experimentado una semana de turbulencia, caracterizada por una racha de cinco días de salidas en sus ETFs al contado y una caída de precios que lo llevó a su nivel más bajo en 17 días. Sin embargo, la reacción de los grandes inversionistas y los datos en cadena sugieren que la confianza a largo plazo se mantiene firme. La presión vendedora se materializó en los ETFs de Bitcoin al contado, que acumularon aproximadamente 1.170 millones de dólares en salidas durante cinco jornadas consecutivas, un factor que contribuyó a que el precio de BTC retrocediera hasta cerca de los 114.000 dólares. Esta caída provocó una cascada de liquidaciones de posiciones largas apalancadas, lo que intensificó la volatilidad.
Algunos analistas describieron la acción del precio como "orquestada" y apuntaron a una posible "manipulación" del mercado.
En medio de este panorama, figuras como el inversionista Anthony Pompliano afirmaron que el activo estaba "sobrevendido", sugiriendo que la caída era una sobrerreacción. La evidencia en la cadena de bloques pareció respaldar esta visión: mientras los operadores a corto plazo vendían presas del pánico, las llamadas "ballenas" (grandes tenedores de Bitcoin) aprovecharon la oportunidad para acumular, comprando 16.000 BTC durante la caída. Este comportamiento dual, donde los pequeños inversores venden mientras los grandes compran, es a menudo interpretado por analistas como una "trampa bajista" (bear trap), diseñada para sacar del mercado a los participantes más débiles antes de una posible recuperación. Los análisis técnicos de firmas como CryptoQuant y Bitfinex sugieren que el precio podría consolidarse en un rango entre 112.000 y 120.000 dólares, mientras que un aumento en el interés abierto insinúa que los operadores están posicionándose para un eventual rebote.
En resumenLa reciente caída en el precio de Bitcoin, exacerbada por las salidas de los ETFs, ha revelado una clara divergencia en el mercado. Mientras que los operadores apalancados y los inversores minoristas han capitulado, las ballenas han aprovechado para comprar la caída, lo que indica una sólida confianza subyacente y sugiere que la corrección podría ser una consolidación antes de un nuevo impulso alcista.