El departamento del Cauca enfrenta una grave crisis de seguridad debido a la intensificación de acciones violentas por parte de disidencias de las Farc. Ataques a la Fuerza Pública, hostigamientos a la población civil y la instalación de retenes ilegales en la Vía Panamericana han generado una emergencia humanitaria y un llamado urgente de las autoridades locales al Gobierno Nacional. Uno de los hechos más trágicos fue la muerte de una niña de dos años, quien resultó herida cuando el vehículo en el que viajaba fue atacado por no detenerse en un retén ilegal de disidentes en el sector de Mojarras. La situación en la Vía Panamericana es crítica, con reportes de hostigamientos y hallazgos de cilindros explosivos en Guachené, y ataques a la subestación de Policía de Mondomo con explosivos y ráfagas de fusil, que dejaron cuatro uniformados y dos civiles heridos.
Además, en Balboa, combates con el frente 'Carlos Patiño' dejaron cinco militares heridos y un soldado secuestrado, identificado como Víctor Hugo Yepes García.
En respuesta a esta ofensiva, las autoridades lograron abatir en Buenos Aires a Jhon James Ararat, alias 'Veneno', cabecilla del frente 'Jaime Martínez' y hombre de confianza de alias 'Marlon', responsable de coordinar ataques en Cauca y Valle.
Ante la escalada, el gobernador del Cauca, Octavio Guzmán, pidió la “militarización total de la Vía Panamericana” y solicitó al presidente Gustavo Petro actuar con la misma contundencia que en Guaviare para devolver la tranquilidad al departamento.
En resumenLa situación de seguridad en el Cauca se ha deteriorado significativamente, con múltiples ataques de disidencias que afectan a civiles y a la Fuerza Pública. Las autoridades locales demandan una acción más contundente del Gobierno central para proteger a la población y restaurar el orden en corredores viales estratégicos.