El proceso judicial por el homicidio del estudiante de la Universidad de los Andes, Jaime Esteban Moreno, avanza con la judicialización de los dos principales sospechosos, Juan Carlos Suárez Ortiz y Ricardo González, mientras la Fiscalía investiga la posible participación de dos mujeres como instigadoras del crimen. Moreno, de 20 años, falleció el 31 de octubre tras recibir una brutal golpiza a la salida de una fiesta de Halloween en Chapinero. Juan Carlos Suárez fue enviado a prisión preventiva por orden de una jueza, quien destacó la “agresión desmedida, colectiva y brutal” y la “absoluta frialdad” y falta de arrepentimiento del acusado. Por su parte, Ricardo González, quien estuvo prófugo por más de una semana, se entregó voluntariamente a las autoridades en Cartagena y fue imputado por homicidio agravado en calidad de coautor, cargo que no aceptó.
La Fiscalía sostiene que existió un “acuerdo criminal” entre ambos para atacar a la víctima. La defensa de los acusados ha argumentado que la agresión fue una reacción a un supuesto intento de abuso por parte de Moreno hacia una amiga, versión que la Fiscalía y allegados de la víctima han cuestionado.
Videos de seguridad del interior del bar no muestran ningún altercado previo.
La investigación también se centra en el papel de Kleidymar Fernández Sulbarán, la mujer disfrazada de azul, quien presuntamente habría incitado a los agresores. El abogado de la familia Moreno, Francisco Bernate, ha solicitado su captura, afirmando que “es evidente su participación”. El padre de la víctima, Jaime Alberto Moreno, expresó su dolor y desconcierto: “Cuando uno ve la cara de satisfacción de haber matar a alguien (...) uno siente que la vida se le va”.
En resumenEl caso del homicidio del estudiante Jaime Esteban Moreno avanza con un presunto agresor en prisión y otro entregado a la justicia, ambos enfrentando cargos por homicidio agravado. La investigación ahora se enfoca en determinar la responsabilidad de posibles instigadoras y en esclarecer los motivos de un crimen que ha conmocionado al país por su brutalidad.