Las autoridades, alertadas por la comunidad, acordonaron la zona y procedieron a una detonación controlada. Durante el procedimiento, algunas de las cargas se activaron y fueron expulsadas en dirección a la base militar, causando daños en las instalaciones y dejando a dos soldados con lesiones.

El presidente Gustavo Petro confirmó que el atentado fue neutralizado sin víctimas mortales.

Las primeras hipótesis de las autoridades militares señalan como presunto responsable al frente Adonay Ardila Pinilla del ELN. Como respuesta, el ministro de Defensa, Pedro Sánchez, anunció una recompensa de hasta 100 millones de pesos por información que conduzca a la captura de los autores del atentado y de hasta 200 millones para prevenir actos terroristas en el país. Además, la cúpula militar se desplazó a Tunja para liderar un consejo de seguridad extraordinario y el comandante de las Fuerzas Militares, almirante Francisco Hernando Cubides, ordenó aumentar la ofensiva contra las estructuras del ELN en la región.