Las conmemoraciones también dieron voz al dolor de los familiares, que cuatro décadas después siguen buscando respuestas.

Se recordaron historias como la de Alejandra Rodríguez, cuya búsqueda de su padre desaparecido, Carlos Augusto Rodríguez, continúa, y la de la familia del magistrado Manuel Gaona Cruz, quienes lucharon para desmentir narrativas falsas sobre su muerte. También se evocó el caso del magistrado Dante Luis Fiorillo Porras, quien no murió por las balas sino por un infarto al enterarse de la tragedia, evidenciando el profundo trauma que el holocausto judicial provocó en toda la rama.