Las autoridades han identificado a dos agresores principales: Juan Carlos Suárez Ortiz, también estudiante de Los Andes, quien fue capturado, y Ricardo González, un joven de 22 años que fue identificado gracias a las grabaciones y a la confesión que le habría hecho a su jefe. El dictamen de Medicina Legal confirmó que la muerte fue un homicidio violento causado por un “trauma craneoencefálico severo y politraumatismo”. La investigación se centra en un acto de intolerancia, posiblemente desencadenado por una discusión dentro del bar, donde una joven vestida de azul, identificada como Kleidymar Paola Fernández, habría señalado a Moreno. El abogado de la familia, Camilo Rincón, ha calificado la agresión como “desproporcionada y abismalmente salvaje”, rechazando cualquier justificación. Mientras la Fiscalía avanza en la judicialización de Suárez por homicidio doloso y agravado, la ciudadanía y la comunidad universitaria exigen la captura del segundo agresor y el esclarecimiento total de un crimen que ha dejado “un profundo vacío y un duelo colectivo”.