La investigación, que se extendió por más de año y medio, reveló que la red delinquía al menos desde 2005. Entre sus métodos se encontraba la creación de cinco empresas fachada en sectores como telecomunicaciones, construcción y servicios aéreos, a través de las cuales se inyectaron cerca de 83.500 millones de pesos al sistema financiero. Además, utilizaban cuatro compañías de papel para emitir facturas ficticias y promovían operaciones masivas a través de corresponsales bancarios en Arauquita y Bogotá, transfiriendo más de 685.000 millones de pesos. En los operativos se logró la captura de seis personas en Colombia y dos más en Argentina, identificados como Harold Ronnie Ardila Urbina y Mayerly Zulay Arévalo. También se incautaron 59 lingotes de oro, más de 563 millones de pesos en efectivo, 22.805 dólares, y se impusieron medidas cautelares sobre 74 bienes, 40 sociedades y 39 vehículos, avaluados en 37.000 millones de pesos.