Su modus operandi era diverso y complejo.

Utilizaban corresponsales bancarios en Arauquita y Bogotá para transferir masivamente fondos, moviendo hasta 685.000 millones de pesos, en muchas ocasiones con abonos realizados por ciudadanos venezolanos que superaban los topes financieros. Además, crearon al menos cinco empresas fachada en sectores como telecomunicaciones, construcción y servicios aéreos para dar apariencia de legalidad a unos 83.500 millones de pesos. También usaron cuatro compañías de papel para emitir facturas ficticias.

El operativo culminó con la captura de ocho personas: seis en Colombia y dos en Argentina, identificados como Harold Ronnie Ardila Urbina y Mayerly Zulay Arévalo, quienes coordinaban parte de la operación.

El presunto cabecilla, Arturo Archila Rincón, alias ‘Nacho’, permanece prófugo.

Durante las diligencias se incautaron 59 lingotes de oro avaluados en más de 32.000 millones de pesos, 563 millones en efectivo y 22.805 dólares. Simultáneamente, se impusieron medidas de extinción de dominio sobre 74 bienes, incluyendo propiedades, sociedades y vehículos, por un valor preliminar de 37.000 millones de pesos. Los capturados enfrentarán cargos por concierto para delinquir agravado, lavado de activos y enriquecimiento ilícito.