El secuestro se inició en el sector del Parque Lleras, donde el turista fue abordado por dos mujeres que le ofrecieron servicios sexuales y lo condujeron al inmueble donde fue retenido contra su voluntad. Una vez en el lugar, fue despojado de sus pertenencias, avaluadas en más de 2.000 euros, y sus captores comenzaron a realizar llamadas extorsivas a sus familiares en Alemania. Los secuestradores lograron recibir un primer pago de 3.000 euros antes de que la familia alertara a la Embajada de Alemania en Colombia. La embajada contactó al Gaula Metropolitano, que desplegó un operativo de inteligencia para ubicar el sitio del cautiverio. Tras la liberación, los capturados fueron puestos a disposición de la Fiscalía por los delitos de secuestro extorsivo agravado, hurto calificado y agravado, y utilización de menores para la comisión de delitos. Adicionalmente, las autoridades de Medellín anunciaron una investigación sobre el comportamiento del turista, ya que se indaga si su encuentro inicial estuvo relacionado con la solicitud de servicios sexuales a una menor de edad. El secretario de Seguridad, Manuel Villa, advirtió que, de comprobarse, se enviará un informe a Migración Colombia para activar protocolos que impidan su reingreso al país.