en Bogotá.

La medida se tomó tras inspecciones que revelaron graves incumplimientos en los reglamentos técnicos de instalaciones eléctricas (RETIE) y de gas combustible, representando un “riesgo inminente para la vida, la salud y la seguridad” de clientes y empleados. Las visitas, realizadas los días 10 y 11 de septiembre de 2025, detectaron deficiencias críticas como conductores eléctricos expuestos, ausencia de sistemas de protección contra sobrecargas, falta de ventilación adecuada en zonas con gas y carencia de dispositivos de seguridad obligatorios. La SIC calificó estas condiciones como un alto riesgo de incendio, explosión o intoxicación. La orden de la SIC implica la suspensión total de todas las actividades económicas en ambos establecimientos, incluyendo restaurante, bar y eventos. La sociedad propietaria, Inmaculada Guadalupe y Amigos S.A.S., deberá corregir las fallas y presentar pruebas que acrediten el cumplimiento de las normativas para poder solicitar el levantamiento de la medida. En un comunicado, la empresa respondió que ya había acatado las instrucciones y que radicaría los soportes ante la autoridad para reabrir. La decisión no afecta a las sedes de la marca en Medellín, Santa Marta y Cartagena. El incumplimiento de la orden podría acarrear multas de hasta 2.000 salarios mínimos legales mensuales vigentes.