Para ello, vincularon fraudulentamente los números de Meza y de otra empleada, Fabiola Perea, a una investigación contra alias ‘Siopas’, un cabecilla del Clan del Golfo. En los informes, les asignaron los alias de ‘La Madrina’ y ‘La Cocinera’ para justificar su inclusión en el proceso. La juez del caso afirmó que la tesis de la Fiscalía fue concluyente, demostrando que los policías “contribuyeron no solo aportando esos documentos falsos, sino que emprendieron otras acciones para conseguir el engaño en el fiscal”. El escándalo de las ‘chuzadas’ se originó tras la denuncia del robo de un maletín con una alta suma de dinero en el apartamento de Sarabia, entonces jefa de Gabinete de la Presidencia. El testimonio de Meza, quien relató haber sido sometida a una prueba de polígrafo en un sótano cercano al palacio presidencial, fue clave durante el juicio.