Las víctimas denunciaron haber sido amarradas, golpeadas y torturadas para que confesaran el paradero del dinero.

Uno de los trabajadores relató en el expediente cómo fue sometido a asfixia con una manguera: “Me tiraron al piso. El gordo ese me cogió del cuello, se me montó en el pecho y con una manguera de agua me la metió a la boca y me comenzó a ahogar”. El otro obrero narró que lo golpearon con un martillo y la cacha de una pistola. La intervención policial que liberó a las víctimas contó con el apoyo del esquema de seguridad del expresidente Álvaro Uribe, cuya finca es vecina.

La Fiscalía ha señalado que Rendón fue el determinador de los hechos, aunque él no aceptó los cargos. El caso se ha complicado por la desaparición de pruebas clave del expediente, como videos y registros telefónicos.