Ambos fueron trasladados a un centro médico y se encuentran estables.

La Policía encontró el vehículo utilizado en el ataque abandonado en la localidad de Suba con dos pistolas en su interior y busca a tres sospechosos. El presidente Gustavo Petro atribuyó el atentado al crimen organizado, mencionando una “reunión en Cúcuta de las mafias coordinadas” y ordenó ampliar la protección a los activistas. En contraste, la líder opositora venezolana María Corina Machado, ganadora del Nobel de la Paz, exigió una investigación “exhaustiva, transparente y urgente”, subrayando que las víctimas son “perseguidos por la dictadura de Nicolás Maduro”. La Defensoría del Pueblo de Colombia y la Oficina de Derechos Humanos de la ONU también se pronunciaron, instando a las autoridades a esclarecer los hechos y garantizar la protección de los refugiados. El suceso ha puesto en entredicho las políticas de acogida del gobierno colombiano, aunque Petro defendió su gestión asegurando que “toda la ciudadanía venezolana que quiera asilarse en Colombia, independiente de sus ideas, es bienvenida”.