Fueron capturadas cinco personas en Colombia y España, entre ellos los hermanos Pablo Felipe y Santiago Prada Moriones, alias ‘Black Jack’ y ‘Marcos’, señalados líderes.

La organización utilizaba empresas fachada y criptoactivos para dar apariencia de legalidad al dinero del narcotráfico. Simultáneamente, la Policía capturó en Medellín a Rolando Federico Gómez Quinde, alias ‘Fede’, sucesor de ‘Fito’ como máximo cabecilla de la banda ecuatoriana ‘Los Choneros’. ‘Fede’, por quien se ofrecía una recompensa de un millón de dólares, se encontraba en la ciudad estableciendo alianzas con el Clan del Golfo para nuevas rutas de narcotráfico. Esta captura ocurrió días después de que alias ‘El Ecuatoriano’, otro enlace de ‘Los Choneros’, fuera abatido en Rionegro.

El alcalde Federico Gutiérrez afirmó que “Medellín no es refugio para delincuentes internacionales”.

Asimismo, fue desarticulada una red de trata de personas que operaba desde Medellín, enviando mujeres a Europa y Asia con falsas promesas laborales para explotarlas sexualmente. En este operativo, liderado en conjunto con autoridades de Albania y Croacia, se capturó a 13 personas, incluyendo a alias ‘Luka’, uno de los criminales más buscados por Europol.