Los operativos en Colombia se concentraron en el Área Metropolitana del Valle de Aburrá, donde se realizaron nueve capturas, mientras que en Pereira se detuvo a tres personas y una más en Cali. El cabecilla principal de la organización, un hombre conocido como “Lukas” con ciudadanía maltesa, fue capturado en Medellín.

Según las autoridades, operaba desde Malta junto a su padre y era buscado en Albania y Malta por liderar el reclutamiento.

La red se especializaba en la captación de mujeres, principalmente colombianas, a través de redes sociales con falsas promesas laborales. Una vez en Europa, en países como Albania, Montenegro, Malta, Croacia y Kosovo, las víctimas eran sometidas a condiciones de esclavitud sexual.

Se les imponía una deuda inicial de 5.000 euros por el viaje y alojamiento, y eran obligadas a prestar entre 15 y 20 servicios sexuales diarios. El general William Castaño Ramos, comandante de la Policía Metropolitana del Valle de Aburrá, explicó que el proceso investigativo fue exhaustivo e incluyó intercambio de información y recolección de pruebas.

Durante los 14 allanamientos realizados, se incautaron armas de fuego, munición, computadores, celulares y documentación. Los 13 capturados en Colombia fueron dejados a disposición de la Fiscalía por los delitos de trata de personas, concierto para delinquir agravado y porte ilegal de armas.