El caso ha expuesto graves fallas en la contrainteligencia y la seguridad nacional, resultando en la captura de dos militares activos y la civil implicada. La investigación, dirigida por la Fiscalía, reveló que Luisa Fernanda Salgado Fernández, haciéndose pasar por oficial, ingresó en al menos 36 ocasiones al Batallón de Fuerzas Especiales Urbanas No.

5 (BAFUR 5).

Dicha unidad es responsable del tercer anillo de protección del presidente y la vicepresidenta.

Se alega que sus accesos fueron facilitados por el mayor Pedronel Jiménez Cárdenas, comandante del batallón, y el sargento segundo Cristian Padilla Villanueva, ambos capturados.

Salgado Fernández habría participado en reuniones de inteligencia y planeación estratégica, accediendo a información de carácter “reservado, secreto y ultrasecreto”.

Esto incluía detalles sobre la seguridad presidencial, indagaciones en curso y operativos contra organizaciones criminales como el ‘Tren de Aragua’.

La Fiscalía posee chats que evidencian cómo la falsa oficial se comunicaba con los militares e incluso convocaba reuniones. La infiltración fue tan profunda que llegó a organizar una actividad de polígono en la Escuela de Caballería para fiscales, familiares y menores de edad. La Fiscalía imputó a los detenidos los delitos de concierto para delinquir agravado, simulación de investidura o cargo, revelación de secreto y fraude procesal.

Adicionalmente, la Justicia Penal Militar y Policial inició una investigación por presunto abuso de autoridad y acceso no autorizado a información sensible.